Desprecio
a la humanidad toda y sus normas éticas imperantes me cansa seguirles el paso pestes
bastardas y odio sus convicciones estúpidas me estorba la luz sagrada cegadora no creo en tu pureza; aquí tienen a su salvador malditos ineptos infames
imbéciles embriagados de felicidad hipócrita abran los ojos y respiren la
verdad que brota de vuestros excrementos insolentes que les vulnera la realidad
petulante y no hacen nada... Nadie sabe nada de mí.
Sin entramparse, abandonar el juego del deseo de el amor, de las
pasiones... de el fantasma de todo lo que no es, con sus cargas potentes,
en la insatisfac...
No comments:
Post a Comment