Anoche él me bosquejó un método
de combate, un plan perfecto para volver en mí y recuperar mi prudencia. Sólo
es cosa de logística; ¿cuál es el aporte? No les menosprecio, les agradezco
totalmente todo, pero me quito esta sonda para que la guarden a quien si necesite
una eutanasia. No tolero igualarme. No soy una persona común, nunca lo he sido.
Sí, soy capaz de romper los esquemas, y soy capaz de sobrevivir. Soy mi misma
base y mi propio equilibrio, soy capaz de determinarme. Hoy me determino a no nutrir
las dudas, me determino a sacrificar las lacras que succionan mi sangre, a
pensar de forma sensata y a abandonar la compasión al disponer. Lo que hoy
importa es yo mismo; me determino a continuar mi episodio de forma valiente,
sin lastres; ¿de qué forma soy un aporte en tu vida y de qué forma eres un
aporte en la mía?
Sin entramparse, abandonar el juego del deseo de el amor, de las
pasiones... de el fantasma de todo lo que no es, con sus cargas potentes,
en la insatisfac...