No puedo quitarte los ojos de encima, ni la fantasía de la boca. Tus muecas tienen una ligera resonancia en mis ideas. Lánzame nuevamente una mirada fugaz y comprobemos si es real la conexión de nuestras pupilas.
Sin entramparse, abandonar el juego del deseo de el amor, de las
pasiones... de el fantasma de todo lo que no es, con sus cargas potentes,
en la insatisfac...