Las palabras están amargas,
soñé y lo anoté,
pero no sé cómo buscar,
ni sé qué es lo que buscaré.
Estoy enamorado del amor,
y tengo ganas de besar,
te seré infiel para por fin buscar placer,
quiero que se vaya el dolor.
Ese dolor brillante y poco humeante,
húmedo sólo como tú,
espezo como tu sangre,
negro como tu poco tacto,
rojo como mis dientes en tu cuello.
Pagano. Eso eres.
Me tienes a mi,
entre tantos muchos más;
hombre de la poligamia,
de muchos deseos y de poco amar.
Hombre hiriente, lascivo, esquizofrenico.
Ególatra.
Dueño de mí,
de mi pensar y actuar.
Sin entramparse, abandonar el juego del deseo de el amor, de las
pasiones... de el fantasma de todo lo que no es, con sus cargas potentes,
en la insatisfac...