Pero aún así no es mucho lo que se pueda hacer, en un mundo gris, en un mundo industrial, entre tanto consumo. Entre tanta decoración, entre tantas dudas de las cual uno florece. De tantas sombras uno sólo encuentra escombros, cosas sucias y abandonadas, como una realidad aparente. Como un día cualquiera dentro de cualquier proceso, de una oficina, de un pez, de un árbol... Porque lo más intimo es una pregunta sin respuesta, una estrofa no leída, un pedazo de piel; sangre al suelo. No es mucho lo que se pueda deducir entre tanto sonido, entre tanta pena, como melancolía al suicidio.
La infección se propaga con el viento... Un monólogo no va a cambiar el mundo.
Sin entramparse, abandonar el juego del deseo de el amor, de las
pasiones... de el fantasma de todo lo que no es, con sus cargas potentes,
en la insatisfac...