De risa exploto para no morir de llanto,
porque al tratar de escribir las estrofas más tristes,
es cuando más te pienso y no quiero,
no quiero recordarte como algo inherente a mí.
Siendo que me robaste la sonrisa y el sol,
dejándome la lluvia, una humedad y la tristeza;
porque tu pasar fue más lento de lo que esperé,
¡pero tan corto que deseo más!
Aunque si intento recordarte feliz, y indago,
me recuerdo siempre a mi con todas las sonrisas,
¡que egoísta y ególatra soy,
nunca en verdad me interesaste tú!
Consúmete en tu propia mierda; ve si puedes ser feliz con otro.
Sin entramparse, abandonar el juego del deseo de el amor, de las
pasiones... de el fantasma de todo lo que no es, con sus cargas potentes,
en la insatisfac...