Siento la amargura de no ser libre. Estoy prisionero, encerrado en una caja. ¡Quiero correr!. No hay tiempo, estoy sumiso. Quiero despertar, perseguir el aire. Anhelo aprender más, quiero tener más poder.. ¡Más poder!..
Malditas horas que transcurren lentas pero rápidas. Para ser libre debo ganar, debo vencer éstas ansias que no me dejan. Debo entender mejor, pero mi cerebro se agota y así mismo yo.
Quiero el sol en mi cabeza, el aire que sople fuerte en mi cara, que el sudor me refresque y sentir mi corazon latir; sentirme vivo. ¡Quiero ser libre, pero no me quiero revelar!...
Sin entramparse, abandonar el juego del deseo de el amor, de las
pasiones... de el fantasma de todo lo que no es, con sus cargas potentes,
en la insatisfac...