A veces, el más simple gesto se muda a una enorme memoria que estimula el corazón. Gracias (por la tarde, por tu amor, por atreverte)... De no haber estado en la oscuridad tanto tiempo, jamás me hubiesen iluminado las estrellas.
Sin entramparse, abandonar el juego del deseo de el amor, de las
pasiones... de el fantasma de todo lo que no es, con sus cargas potentes,
en la insatisfac...