Ubi vos exigo evolutio, ego volo ascio vestrum animo. Tu es pestis.

© Francisco Javier Maureira P. 2005 - 2017

1.10.14

Devórame el corazón.

No obsto que todo es tan anómalo que es imposible no aterrarse de haberle torcido el brazo al destino como rebeldes de la continuidad tiempo-espacial. Es, en parte, extraordinariamente hermoso y aterrador verte el alma a través de la sonrisa, y descubrir en esa sonrisa fragmentos de tu infancia sin conocerla, veo muy dentro de ti un niño travieso que aún se divierte, y como si fuera poco además aflora mi infante interior; es interesante como siento junto a mí un amante apasionado, es palpitante como opino que eres alguien que sí puede ver más allá de mi piel y mi carne. Siempre tan oportuno, tan escalofriantemente oportuno que trasciende cualquier explicación lógica, ¡qué historia más hermosa, imposible prohibirnos delirar!; el sol de invierno nos reconfortó en pleno frío, y las noches nos hicieron soñar con sus resplandecientes estrellas; un oasis en el desierto, dos dioses del romance unidos, una primavera adelantada en este maniaco mundo –claro, y nosotros tan cuerdos-. Amor... Decórame el corazón, devórame el corazón bajo la oscuridad de la noche.


30.9.14

Catorce.

"Te amaré con el polvo de quien fui, con la piel que soy ahora, y con los huesos que un día decorarán mi tumba". 

- Christopher Poindexter.


Trece.

"Amo la forma en que sobrevivió, la supervivencia se veía bien en ella. No habían marcas oscuras bajo sus ojos, quizá muy en el fondo, pero me gusta la forma en que ella mira a través de ellas y se rie de la vida, lo hace con gracia. Ella ha caminado a través del vidrio y a través del fuego, pero aún así sonrie. Y, honestamente, no estoy interesado en personas que no han vivido y muerto unas cuantas veces, o que no les han arrancado el corazón, o que no sepan lo que es perder todo. Yo confío en esas personas, porque se defienden, y sé por lo que ella ha pasado; quiero darle las gracias a ella por sobrevivir, y que sepa que ahora tiene a alguien con quien defenderse también".

- J. Raymond.


28.9.14

Doce.

"Sé que estás ahí, leyéndome. Buscando saber si aún escribo de ti".


Vacuo, desidioso y fútil.

¿Saben? Me estoy volviendo loco. Estoy tomando el té con mis peluches –pero en realidad no es té, sino que es vodka-. Lo interesante es que me conversan de sus vidas rellenas de sueños, y yo les cuento mi vida rellena de mierda, y como que congeniamos y sienten pena por mí y yo pena por ellos; parece reunión de terapia, me cuentan que se sienten súper solos e ignorados. A veces se ponen rancios y lloran, pero no estoy ni ahí, yo sigo tomando no más. Sí, no estoy ni ahí pero al menos hay buena música sonando de fondo. Que lata tener que levantarme temprano mañana, que lata todo en verdad. Los peluches malditos estos me comentan la vida, piensan que es una lata. Y la verdad es que sí, que lata, nadie tiene el coraje suficiente para domarme, y los que se atrevieron aún lloran con el corazón roto. El juego ya se torna tedioso, el juego ya se trata de cuál de todos es más cobarde; arranquen ratas inmundas que me voy a quedar sin tiempo muy pronto y mi paciencia se agotará en una lluvia de balazos. Y eso, mis peluches me conversan.